Frases para gente ignorante. Encuentra docenas de frases para gente ignorante con fotos para copiar y compartir.
Hay gente que posee, no tanto genio. como cierto talento para captarle al siglo o incluso al decenio sus deseos antes de que éstos los pongan de manifiesto.
He aquí una cosa que rechazamos cuanto más la necesitamos: el consejo. De mala gana lo escucha quien más lo necesitaría, a saber: el ignorante.
La mayor parte de los problemas del mundo se deben a gente que quiere ser importante.
Gente. Pedazos de carne con patas.
La mayoría de la gente piensa que el diseño es una chapa, es una simple decoración. Para mí, nada es más importante en el futuro que el diseño. El diseño es el alma de todo lo creado por el hom...
Es pueril preguntarse dónde van las cosas y la gente. No van a ninguna parte y han llegado.
Cuanto más analizamos a la gente, más se desvanece la razón de todo análisis. Tarde o temprano se llega a esa espantosa cosa universal a la que llamamos naturaleza humana.
Si me preguntaras qué es lo que más quiero sobre la anchura de la tierra, yo te contestaría: a tí, amor mío, y a la gente sencilla de mi pueblo.
No se puede hacer buena a la gente mediante una ley parlamentaria: eso ya es algo.
La gente solitaria, al hablarse entre sí, puede poner más solitario al otro.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
La mayoría de la gente tendría éxito en las pequeñas cosas si no estuviera tan preocupada por grandes ambiciones.
Hay tanta gente que escribe para lucirse. . . Yo empecé así y fracasé hasta el día en que olvidé esas pretensiones.
Grita la gente por la condición melancólica y desconsolada de mi fllosofia. Pero eso se debe meramente a que yo, en vez de fabular un infierno futuro, como equivalente de los pecados de la gente, he...
El ignorante al ciego es semejante.
Siempre hay algo ridiculo en las emociones de la gente que uno ha dejado de amar.
Hay gente en ocasiones que deseas que fuera un libro, para así poder cerrarla con un sonoro y seco golpe de la mano, sin marcar la página, y devolverla luego para siempre al lugar en que por derecho...
El demonio no puede resistir a la gente alegre.
Toda la gente cruel se describe a sí misma como el parangón de la franqueza.
Todos los días la gente se arregla el cabello, ¿por qué no el corazón?.
Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo.
Mucha gente se fascina por los detalles y se olvida de lo que busca.
Admiro a la gente que admira, porque está despierta.
A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente en paz.
Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero solo lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra en verdad bajo tierra.
La buena gente se la conoce en que resulta mejor cuando se la conoce.
No nos hemos de dejar engañar por las malas acciones de la gente buena. Se puede ser bueno, misericordioso, desinteresado, y ser también capaz de una mala acción.
La gente te pide críticas, pero en realidad solo quiere halagos.
Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella para nada.
Casi siempre me ocurre a mí con la gente lo que le ocurría a Jesús de Nazaret cuando llamaba a sus discípulos: que siempre estaban todos dormidos.
La gente no tiene idea de hasta qué punto es arrastrada por el miedo. Este miedo no es fácilmente definible. Hay momentos en que este miedo se vuelve casi una obsesión.
Qué fácil es empujar a la gente, pero qué difícil es guiarla.
Hay mucha gente que cuando ha de hacer algo, hace algo; aunque no sea exactamente lo que ha de hacer.
La gente paga por su propia subordinación.
Una persona puede sentirse sola, aún cuando mucha gente la quiera.
La gente que cesa de creer en dios o en la bondad todavía suele creer en el demonio. No sé por qué. O sí lo sé: la maldad es siempre posible, la bondad es una dificultad eterna.
Acostumbramos a cometer nuestras peores debilidades y flaquezas a causa de la gente que más despreciamos.
Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver.
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
Si poseyeseis cien bellas cualidades, la gente os miraría por el lado menos favorable.