Frases para personas que ya no están con nosotros ( 22 )
Frases para personas que ya no están con nosotros. Encuentra docenas de frases para personas que ya no están con nosotros con fotos para copiar y compartir.

Veinte mil personas sin abrigo la luna de verano.

Las personas grandes nunca comprenden nada por sà solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

La primera tarea del poeta es desanclar en nosotros una materia que quiere soñar.

Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros.

Después del crepúsculo, los gusanos de luz piensan: ¡nosotros hemos iluminado el mundo!.

Cuando tratamos de descubrir lo mejor que hay en los demás, descubrimos lo mejor de nosotros mismos.

La fusión de dos personas en una da como resultado dos medias personas.
¿Por qué siempre nos enseñan que lo fácil y malvado es hacer lo que queremos y que debemos disciplinarnos para reprimirnos a nosotros mismos? Es la cosa más difÃcil del mundo: Hacer lo que quere...

El buen tienpo y el mal tiempo están dentro de nosotros, no fuera.

Nosotros somos comunistas y se nos hace fácil el proyecto de repartir los bienes materiales, porque no tenemos nada.

Nosotros representamos el futuro de Pakistán, un futuro en el que no tiene cabida la ignorancia, la intolerancia, y el terrorismo.
Cuando dos personas están bajo la influencia de la más violenta, la más insana, la más ilusoria y la más fugaz de las pasiones, se les pide que juren que seguirán continuamente en esa condición...
Dos personas que se proponen entenderse la una a la otra hasta lo más hondo son como dos espejos frente a frente que se arrojan sin pausa, cada vez desde más lejos, sus propias imágenes, desesperad...
Reemplazar el culto a dios por el respeto y el amor a la humanidad. Nosotros proclamamos a la razón humana como único criterio de verdad. La conciencia humana como base de justicia; la libertad indi...

La duración de nuestras pasiones depende tan poco de nosotros como la duración de nuestra vida.

Las ideas son más poderosas que las armas. Nosotros no dejamos que nuestros enemigos tengan armas, ¿por qué dejarÃamos que tuvieran ideas?.

Cada uno de nosotros posee más virtudes de lo que cree, pero solo el éxito las pone de relieve, quizá porque entonces se espera que dejemos de manifestarlas.
Yo (nosotros) buscamos la abolición del estado, la eliminación total del principio de autoridad y de tutela gubernamental, la cual, bajo el pretexto de hacer a los hombres morales y civilizarlos, lo...
¿dioses? tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo se ni tengo medios para saberlo. Pero se, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan ...

La noche sugiere, no enseña. La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza; ella libera en nosotros las fuerzas que, durante el dÃa, son dominadas por la razón.

Las penas y las vaquitas se van por la misma senda. Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas.

La única forma de vernos, es tomando distancia de nosotros mismos y esto es lo que la imaginación permite hacer.

Hay que tomar a las personas como son, no existen otras.

Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales.

La manera de atraer y motivar a las personas determina el éxito del lÃder.

El aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos; dondequiera que estemos, está también nuestro aprendizaje.

Cada uno de nosotros solo será justo en la medida en que haga lo que le corresponde.

Para las personas creyentes, Dios esta al principio. Para los cientÃficos está el final de todas sus reflexiones.

Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos.

La moderación de las personas felices se debe a la placidez que la buena fortuna da a su temperamento.

Hay quienes requieren un poema para saberse amados. Nosotros ya nos sabÃamos amados y, sin embargo, allà estaba el poema.

El problema no son las preguntas que los niños formulan, sino las que nosotros nos tenemos que hacer luego.

La caridad comienza por nosotros mismos, y la mayorÃa de las veces acaba donde empieza.

Cada hora hiere, la última acaba con nosotros.

Dios, al nacer nosotros, nos dio por cuna el corazón de una madre.

No es el tiempo lo que se os da, sino el instante. Con un instante dado, a nosotros nos corresponde hacer el tiempo.

A veces los pensamientos nos consuelan de las cosas, y los libros de las personas.

Nos juzgamos a nosotros mismos por lo que no nos sentimos capaces de hacer, mientras que los demás nos juzgan por lo que hemos hecho.

Dios no es un ser indiferente o lejano, por lo que no estamos abandonados a nosotros mismos.

A laurel ni a renombre aspiraremos, recompensa sin precio ni mudanza serán para nosotros ignorar el temor, deparar al hombre, y a nuestro corazón, la libertad.