Frases para un hombre casado ( 40 )
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La felicidad del hombre tiene por nombre yo quiero
Al comer retoños de bambú, recuerda al hombre que los plantó.
No me cabe en la cabeza que un hombre de verdad no solo se resigne a gozar más que de esta vida, sino que renuncie a la otra, y hasta la rechace
Si el hombre supiera divertirse no sentiría la necesidad de trabajar
Pero matar a un hombre porque, basándome en sus acciones o en sus amenazas, se me ocurre pensar que él me matará a mi en cuanto pueda (y cuando yo tengo tiempo y medios de pedir protección del pod...
La experiencia te enseña que el hombre que te mira fijamente a los ojos, sobre todo si se añade un fuerte apretón de manos, está ocultando algo.
La caida suele empequeñecer al hombre a mi en cambio me ha engrandecido
Me enorgullezco de ser lo que soy, esto es: un hombre que antes de imponer sacrificios a los demás se los impone a sí mismo y que antes de llamar a la disciplina a los demás se somete a esa discipl...
Es la preocupación por las posesiones, más que ninguna otra cosa, lo que evita que el hombre viva noble y libremente
Hoy el amor es muerte, y el hombre acecha al hombre
Arte -dijo Stephen- es la adaptación por el hombre de la materia sensible o inteligible para un fin estético.
Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya venga de un hombre negro o un hombre blanco
Hombre de todas las mujeres y mujer de todos los hombres
La madurez del hombre es haberse reencontrado, de grande, con la seriedad que de niño tenía al jugar.
'Loco' es un término que usamos para describir a un hombre que está obsesionado con una idea y nada más.
El amanecer es siempre una esperanza para el hombre
Ningún hombre es tan perfecto, tan necesario para sus amigos, para darles ningún motivo para echarlo de menos menos.
El Buda fue un reformador en el sentido más profundo del término, alguien que quería llegar a la esencia original para adaptarla a las necesidades de una determinada época. (...) El Buda, por tant...
El hombre ama la libertad, aunque no sepa que la ama, y anda empujando de ella y huyendo de donde no la halla.
¿Para qué hacer sufrir a un hombre casándote con él cuando se puede hacer felices a muchos?
¿Puede el hombre conocer el universo? dios santo, no perderse en Chinatown ya es bastante difícil.
La felicidad es el paso del hombre de una menor perfección a una mayor.
Donde comienza el Estado, allí termina el hombre.
Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la trascendencia negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación.
¿Qué haría un hombre, si se ve obligado a vivir siempre en el calor sofocante de la sociedad, y nunca podría bañarse en la fría soledad?
... en cada hombre, en cada individuo, se contempla un mundo, un universo;...
Por eso lo más fuerte del hombre es una idea que no se dobla, y lo más formidable de una nación es la pureza de su genio, y el austero afán de conservarlo idéntico a sí mismo.
Los hombres, las flores, la hierba, vuelven a encontrar periódicamente su brillo y su esplendor, su perfume y su juventud. Solo el hombre muere un poco cada año.
La mujer cree ser la conquistada; el hombre, el vencedor. Y con todo, el vencedor se inclina delante de la vencida.
No hay hombre absolutamente inculto: el hombre se hominiza expresando y diciendo su mundo. Ahí comienza la historia y la cultura.
En el cuerpo de Cristo se concilia, concurre, recapitula y resuelve todo: Dios y el hombre, el cielo y la tierra, la circuncisión y el prepucio.
Cuando oigas a un hombre hablar de su amor por la patria, es signo de que espera que le paguen por eso
El hombre llega como un novicio a cada edad de su vida.
...el hombre es algo entretenido...
Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.
No te vuelvas enemigo del hombre del cual dejas de ser amigo
Hombre pobre, humanidad pobre.
¿Qué mayor desgracia le puede pasar a un hombre que tener una opinión equivocada?
El hombre conoce solamente lo aparencial, lo esencial de las cosas, lo no numérico, es incognoscible.
El avaro es el hombre que vive como pordiosero... por temor de llegar a serlo.
