Vicios. Encuentra docenas de vicios con fotos para copiar y compartir.
Los hombres aman sus vicios y al mismo tiempo los odian.
La naturaleza quiere que la amistad sea auxiliadora de virtudes, mas no compañera de vicios.
La ociosidad camina con lentitud, por eso todos los vicios la alcanzan.
Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
La gente, en general, soporta mucho mejor que se hable de sus vicios y crímenes, que de sus fracasos y debilidades.
La carencia de vicios añade muy poco a la virtud.
La multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios.
Exceso de trabajo, curiosidad y simpatía, nuestros vicios modernos.
No digas que el tiempo pasado fue mejor que el presente; las virtudes son las que hacen los buenos tiempos y los vicios los que los vuelven malos.
Quien tiene muchos vicios, tiene muchos amos.
No se desprecia a todos los que tienen vicios, pero sí a los que no tienen ninguna virtud.
Al comienzo fueron vicios, hoy son costumbres.
El más irreprochable de los vicios es hacer el mal por necedad.
¡ay los vicios humanos! son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.
Los hombres que tienen los mismos vicios se sostienen mutuamente.
Nuestras virtudes son, a menudo, hijas bastardas de nuestros vicios.
Todos los vicios, con tal de que estén de moda, pasan por virtudes.
El ocio es un vicio que arrastra consigo a muchos otros vicios.
Quien vive entre los deleites y los vicios ha de expiarlos luego con la humillación y la miseria.
Los vicios se aprenden sin maestro.
Los vicios que se manifiestan son los más ligeros: los peligrosos son aquellos que se esconden bajo la virtud.
La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente.
La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
Ninguno nace libre de vicios; y el hombre más perfecto es aquel que solo tiene los pequeños.
El respeto de sí mismo es, después de la religión, el principal freno de los vicios.
La pasión por la literatura, como todos los buenos vicios, se acrecienta con el paso de los años.
Un hombre debe tener por lo menos dos vicios, uno solo es demasiado.
Es propio de los necios ver los vicios ajenos y olvidar los propios.
La pereza es la madre de todos los vicios y como madre hay que respetarla.
La mayoría de las personas abandonan sus vicios solo cuando les causan molestias.
Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes de un hombre sin sus vicios
Entre los demás males, el peor es andar variando los vicios.
No se puede tener una civilización permanente sin una buena dosis de amables vicios.
El amor propio y la vanidad nos hacen creer que nuestros vicios son virtudes, y nuestras virtudes, vicios.
Es realmente impresionante qué porquería de sistema es el capitalismo, que no le puede garantizar ni a su propia gente empleo, no le puede garantizar salud, la educación adecuada; que no puede impe...
Quien carece de vicios, carece de virtudes.
Para gobernar hay que saber aprovecharse de los vicios de los hombres, no de sus virtudes
Aprender la virtud es desaprender los vicios.
La ociosidad se dice que es la madre de todos los vicios, pero el exceso de trabajo es el padre de todas las ofertas.
Los mismos vicios que nos parecen enormes e intolerables en los demás, no los advertimos en nosotros.