Frases-cortas-dia-de-la madre ( 50 )
Frases-cortas-dia-de-la madre. Encuentra docenas de frases-cortas-dia-de-la madre con fotos para copiar y compartir.

Las cosas se llaman equívocas cuando tan solo tienen de común el nombre.

Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

No hay bien ni mal que cien años dure.

En el agua y la lluvia El nenúfar Y sus dos flores erguidas.

El que la sigue la consigue.

El epitafio es la última tarjeta de visita que se hace el hombre.

No hay auténtico genio sin paciencia.

Una nación permanece fuerte mientras se preocupa de sus problemas reales, y comienza su decadencia cuando puede ocuparse de los detalles accesorios.

Es evidente que todos los fines no son fines perfectos. Pero el bien supremo constituye, de alguna manera, un fin perfecto.

La guerra incondicional no conduce ya a la victoria incondicional.

El que lucha contra nosotros nos refuerza los nervios y perfecciona nuestra habilidad.

La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.

¿qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte?. Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.

Las críticas no serán agradables, pero son necesarias.

La gente, en general, soporta mucho mejor que se hable de sus vicios y crímenes, que de sus fracasos y debilidades.

Al mirar hacia atrás, el crítico ve la sombra de un eunuco. ¿Quién sería crítico si pudiera ser escritor?.

Una derrota peleada vale más que una victoria casual.

Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma.

El hombre hace suyo un lugar no solo con el pico y la pala sino también con lo que piensa al picar y palear.

Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.

La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.

La verdadera causa final reside en los seres inmóviles.

Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque solo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.

La libertad no la tienen los que no tienen su sed.

No hay nada nuevo bajo el sol, pero cuantas cosas viejas hay que no conocemos.

En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo, brilla la luz.

He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma.

La caridad bien entendida empieza por uno mismo.

El fin justifica los medios.

Genio es aquel que, en todo instante, sabe plasmar en hechos sus pensamientos.

Cuando necesito de paz, de tranquilidad, de sosiego, cuando muchos copetines y muchas farras me han cansado, vengo a ver a mi viejecita, y a su lado recobro fuerzas.

Los malos libros provocan malas costumbres y las malas costumbres provocan buenos libros.

Estamos rodeados de artilugios destinados a ahorrar trabajo y, sin embargo, disponemos de muy escaso ocio auténtico.

Desear la inmortalidad es desear la perpetuación de un gran error.

La ignorancia es la carga más pesada. Pero quien lo lleva no lo siente.

Me atreveré a todo lo que pueda hacer un hombre. Quien se atreva a más es insensato.

Cuando era más joven podía recordar todo, hubiera sucedido o no.

La juventud es la edad de los sacrificios desinteresados, de la ausencia de egoísmo, de los excesos superfluos.

El psicoanálisis es el cubismo de la medicina.

La multitud ha sido en todas las épocas de la historia arrastrada por gestos más que por ideas. La muchedumbre no razona jamás.