Frases de amor platonico cortas ( 82 )
Frases de amor platonico cortas. Encuentra docenas de frases de amor platonico cortas con fotos para copiar y compartir.

El arte de amar se reduce a decir exactamente lo que el grado de embriaguez del momento requiera.

Me abrieron tus ojos las puertas de lo eterno y el secreto de la vida me lo dijo tu boca.

Le has dado a mi semblante sin saberlo una luz interior que me hace fuerte, para vencer mayores soledades.

Hermanos y hermanas de otras razas, de otro color, pero con el mismo corazón.

No os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros.

El hombre se eleva por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón.

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo. . . . Del miedo al cambio.

Dejaré que muera en mí el deseo de amar tus ojos dulces, porque nada te podré dar sino la pena de verme eternamente exhausto.

No hay sueños imposibles ni tan lejos si somos como niños, sin miedo a la locura, sin miedo a sonreir.

Entre dos amantes, la prueba de que uno ama demasiado dispensa para siempre, a quien la recibe, de amar lo suficiente.

¿Por qué hay miedo en tu corazón? detrás de tus pechos crecen flores, hueles a manzanas y eternidad.

La pasión carnal es la forma más alta de busqueda espiritual. Es una visión de la eternidad.

Señor, quisiera saber quien fue el loco que inventó el beso.

No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.

La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.

Yo amo, tu amas, el ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman. Ojalá no fuese conjugación sino realidad.

Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas y las de las obras inacabadas.

Mientras hay vida, hay esperanza.

El corazón tiene razones que la razón ignora.

El temor y la esperanza nacen juntos y juntos mueren.

Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año.

Nunca tuve más religión que un cuerpo de mujer.

Odiar a alguien es otorgarle demasiada importancia.

La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más.

Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días.

Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.

Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso.

El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.

El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son.

Mi corona está en el corazón, no en mi cabeza.

La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte.

El odio es una tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás.

Aquél que tiene fe no está nunca solo.

La desesperación infunde valor al cobarde.

Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él.

El dolor silencioso es el más funesto.

La desconfianza es la madre de la seguridad.

No hay amores viles, sino físicos, y no constantes, y hay otros amores estables.

De no estar tú, demasiado enorme sería el bosque.

Un hombre y una mujer verdaderamente enamorados es el único espectáculo de este mundo digno de ofrecer a los dioses.