Frases de ojos verdes ( 14 )
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Para escribir este poema, pasé años buscándome las manos. Debí quitarme telarañas de los ojos; poner mi corazón al ritmo de las circunstancias más que al de las novias efímeras y, sobre todo, ...

Los cuervos arrancan los ojos a los muertos cuando ya no les hacen falta; pero los aduladores destruyen las almas de los vivos cegándoles los ojos.

La noche tiene mil ojos, el día uno sólo.

Al principio era el fuego ascendente que encendía con una chispa las atmósferas, chispa de ojos rojizos, chispa de triplicados ojos, brusca como una flor.
Dime que no me conformarás nunca, ni me darás la felicidad de la resignación, sino la felicidad que duele de los elegidos, los que pueden abarcar el mar y el cielo con sus ojos y llevar el Universo...

¿Acaso porque el ave del placer silbe luego de las púas candentes en los ojos, será más dulce el canto del caballo ciego?.

Pero no olvido aquel deslumbramiento, aquella gloria del primer momento, al ver tus ojos por primera vez

Ojos hay, que de legañas se enamoran.
Madrigal
Tu vientre sabe más que tu cabeza
y tanto como tus muslos.
Esa
es la fuerte gracia negra
de tu cuerpo desnudo.
Signo de selva el tuyo,
con tus collares rojos,
tus brazaletes de oro curvo,
...

Anduve viajando muchos años por el mundo, con el lucero de tu nombre en los ojos.

Existen cosas inolvidables: esos ojos tuyos, aquella guerra triste, el tiempo en que vendrán los pájaros, los niños.

Por ti mares de sangre los hombres han llorado. El fuego de tus ojos al sacrilegio incita, y la eterna sonrisa de tu boca maldita de pálidos suicidas el infierno ha poblado.

Aquella vez se perdieron tus ojos en los míos y yo sin detener el alma logré despedazar a tu tristeza.

Cuando tus ojos me miran, mi corazón se alborota.

No es fácil estar sola, otras personas te miran con ojos impacientes como de sala de espera.

¡Como ríe la vida si tus ojos negros me quieren mirar!.

Sabes que el amor se nos alborota, libre como las gaviotas que hasta el corazón vuela al son, es el firmamento que ven dos locos que se miran a los ojos y del corazón brilla el sol.

Mi silencio responde a tu silencio, y la respuesta a mis preguntas miro apenas en tus ojos encenderse.

Un cardumen de truchas paso ante mis ojos el color del agua.

Era una pasión por la mirada, y en su mirada estaban los ojos antes del tiempo; dice su padre que el tiempo es melancolía, y cuando se para lo llamamos eternidad.

¡Cuánto le costó a la muerte apagarte los ojos!.

Mirar, admirar hojas verdes, hojas nacientes entre la luz solar.

Se va la primavera quejas de pájaros lágrimas en los ojos de los peces.

Seguir estúpidos precedentes y parpadear con los dos ojos es más fácil que pensar.

Los ojos que han contemplado auschwitz e hiroshima nunca podrán contemplar a dios.

Tus ojos son las fuentes del llanto y de la luz.

¿quién puede bajar los ojos como una mujer? ¿y quien sabe alzarlos como ella?.

Devuélveme mis ojos largamente descarriados,pues es ya mucho el tiempo que han estado sobre ti.

También mi sangre bulle y río por los ojos que han conocido el brote de las lágrimas. Creo que el mundo es bello, que la poesía es como el pan, de todos.

La vida quizá es ese instante sin continuidad en que mis ojos se derrumban en los tuyos...
Qué profundo es mi sueño! ¡Qué profundo y qué claro, qué transparente es, ahora, el universo! Si pensando en ti, siempre, si, soñado contigo, me desvelo, y te miro por dentro, con mis ojos, si ...

En mis labios los recuerdos. En tus ojos la esperanza. No estoy tan solo sin ti. Tu soledad me acompaña.

El poeta escribe para expresarse, es decir, para afirmarse a sus ojos analizando sus propios sentimientos, sin ocuparse con exceso de las reacciones de los auditores eventuales.

Me convertí en un niño delante de una muñeca que cierra los ojos cuando se la acuesta.

Los cuerpos se revuelven tan certeros, guiados del amor, como esos astros que, arriba, solo ven tus ojos puros.

Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo había visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor.

Entras. Te sientas. Cruzas las piernas. Y los ojos se me caen como moneditas falsas, tintineando.

Véante mis ojos, pues eres lumbre de ellos, y solo para ti quiero tenerlos.

Te esperaré apoyada en la curva del cielo y todas las estrellas abrirán para verte sus ojos conmovidos.

La desobediencia, a los ojos de cualquiera que haya leído la historia, es la virtud original del hombre. El progreso ha llegado por la desobediencia, por la desobediencia y la rebelión.