Frases que te dejen sin aliento. Encuentra docenas de frases que te dejen sin aliento con fotos para copiar y compartir.
Empieza cada día con una sonrisa y mantenla todo el dia.
la vida no se mide por los años si no por esos momentos que nos quitan el aliento
Tu no ves lo que eres, sino su sombra.
Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también.
Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender.
La soledad es el imperio de la conciencia.
Amo la traición, pero odio al traidor.
El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.
Nunca hay que pactar con el error, aun cuando aparezca sostenido por textos sagrados.
Huyo de lo que me sigue; voy detrás de lo que huye de mí.
El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras.
Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos predispone al pecado.
No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón.
Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho.
En realidad las cosas verdaderamente difíciles son todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento.
El agradecimiento que solo consiste en el deseo, es cosa muerta, como es muerta la fe sin obras.
Si existiera algo que quisiéramos cambiar en los chicos, en primer lugar deberíamos examinarlo y observar si no es algo que podría ser mejor cambiar en nosotros mismos.
La dificultad es una excusa que la historia nunca acepta.
Las injurias tienen una gran ventaja sobre los razonamientos: la de ser admitidas sin pruebas por una multitud de lectores.
Hay otros mundos pero están en éste.
Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.
Ni aún permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar, puede el hombre escapar a la sentencia de su destino.
Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado.
La respuesta más rápida es la acción.
Más vale una paz relativa que una guerra ganada.
Se quiere más aquello que se ha conseguido con muchas fatigas.
El cielo de la fama no es muy grande, y cuántos más en él entren a menos tocan cada uno de ellos.
Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo.
El arte del descanso es una parte del arte de trabajar.
Convierte tu muro en un peldaño.
Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos.
Quien siembra vientos, recoje tempestades.
Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico.
Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.
Yo soy yo y mi circunstancia.
Repara tu trineo en el verano, y tu carreta en el invierno.
Tengo gustos simples. Me satisfago con lo mejor.
Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al principe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.
Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar de ella.