Frases de amor para enamorar a una mujer ( 59 )
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Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.
Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio.
Faltan palabras a la lengua para los sentimientos del alma.
No hay que morir por el otro, sino vivir para disfrutar juntos.
El amor lo toma todo, y todo lo da.
Amor: una serpiente con dos cabezas que se vigilan sin cesar.
El amor nunca tiene razones, y la falta del amor tampoco. Todo son milagros.
El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.
Cuando el amor ha sido una comedia, forzosamente el matrimonio tiene que derivar en drama.
El amor inspira las más grandes hazañas e impide realizarlas.
El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor.
A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es hallar el hombre a quien serle fiel.
El amor a lo don Juan no es más que afición a la caza.
El mejor servicio que podemos prestar a los afligidos no es quitarles la carga, sino infundirles la necesaria energía para sobrellevarla.
Vivir para los demás no es solamente una ley de deber, sino también una ley de felicidad.
¿La envidia, el odio, la lujuria…, todas esas pasiones han sido arrojadas del alma para que ésta no sea sino una pieza de hielo?
Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.
El amor a la patria es más patente que la razón misma.
Hermanos, no temáis al pecado de los hombres; amad al hombre aún en su pecado, pues un tal amor aseméjase a Dios.
Hambre y amor mantienen cohesionada la fábrica del mundo.
El primero que comparó a la mujer con una flor, fue un poeta; el segundo, un imbécil.
Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país.
Yo creo en las familias numerosas: toda mujer debería tener al menos tres maridos.
Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un pelo de mujer.
Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vales la pena vestirse y desnudarse?
El amor es ciego, pero el matrimonio le restaura la vista.
Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un vaso sucio.
La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.
Lo que importa es cuanto amor ponemos en el trabajo que realizamos.
Cuatro cosas hay que me hubiera pasado mejor sin ellas: amor, curiosidad, pecas y dudas.
No hay medicina para el miedo.
¡Ay del hombre que quiere actuar sinceramente en el amor!
El amor a la patria no conoce fronteras ajenas.
Aquel que ama, el mismo se ata y se mata, y se hace de señor siervo, en tanto que todos cuantos ve se piensa que le usurpan su amor, y con muy poca superstición todo en su corazón se perturba y se ...
La mujer es como la sombra: si la huyes, sigue; si la sigues huye.
Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.
Si no puedes trabajar con amor sino solo con desgana, mejor será que abandones el trabajo y te sientes a la puerta del templo a recibir limosna de los que trabajan con alegría.
La paz exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, justicia, amor y libertad.
Donde reina el amor, sobran las leyes.
Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza.
