Frases para hombres que no valoran a una mujer ( 13 )
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No se desea poseer a una mujer, se desea poseerla nosotros solos.

La mujer más despreocupada siente una voz interna que le dice: "sé bella si puedes, sé sabia si quieres, pero sobre todo trata de ser estimada: es necesario.

Del mismo modo en que solemos mirar un reloj parado como si aúm andase, también le miramos la cara a una mujer bella como si aún nos amase.

La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto.

No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo.

El conocimiento de los hombres no va más allá de su experiencia.

Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.

La mujer no admite medio: o ama mucho, o aborrece mucho.

La mujer, está donde le corresponde. Millones de años de evolución no se han equivocado, pues la naturaleza tiene la capacidad de corregir sus propios defectos.

En las horas graves, las mujeres inspiran por la sensibilidad, por la pasión y por la iniciativa, superior a la de los hombres.

A la mujer honrada, su propia estima le basta.

La vida de una mujer es una historia de afectos.

En la mujer, verdaderamente mujer, no hay nada que no esté en relación con su marido, con su hijo o con su amante.

Cualquier mujer que aspire a comportarse como un hombre seguro que carece de ambición.

Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones.

Las revoluciones las hacen los hombres de carne y hueso y no los santos y todas acaban por crear una nueva casta privilegiada.

La necesidad ha hecho aparearse a quienes no pueden existir el uno sin el otro, como son el varón y la mujer.

La mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: ser cada día más mujer.

Los hombres hacen las obras, pero las mujeres hacen los hombres.

Las religiones se pierden como los hombres.

Por muy pequeña que sea, la mujer siempre le gana al diablo en astucia.

Admiro mucho a la mujer. Me encanta su belleza, su delicadeza, su vivacidad, y su silencio.
No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. La muerte es un accidente, y aun si los hombres la conocen y la aceptan, es u...

¿quién puede bajar los ojos como una mujer? ¿y quien sabe alzarlos como ella?.

Hay solo tres cosas a hacer con una mujer. Se puede amarla, sufrir por ella, o convertirla en literatura.

Una mujer sensible debería ser guiada por su cabeza cuando busque un marido y por su corazón cuando busque un amante.

Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

Nada agravia tanto a los hombres como ir contra sus ceremonias y costumbres.

Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.

Con hombres que no creen en mí, no puedo ni quiero asociarme.

No confío en los productos locales. Cuando viajo llevo mi whiskey y mi mujer.

Como ya es usual, siempre hay una gran mujer detrás de cada idiota

La patria no es la tierra. Los hombres que la tierra nutre son la patria.

Quien lleva toda su vida a su mujer sobre la espalda, cuando la deja en el suelo, ella dice: ¡estoy fatigada!.

Puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer.

Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella.

La mujer en el paraíso perdido, mordió el fruto del árbol de la ciencia diez minutos antes que el hombre; y ha mantenido después siempre estos diez minutos de ventaja.

Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales.

Cien hombres, juntos, son la centésima parte de un hombre.

Casi todos los hombres ganan al ser conocidos.