Frases para olvidar el pasado y vivir el presente ( 17 )
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El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para que se vive.

Aprende a vivir y sabrás morir bien.

El pasado nunca se muere, ni siquiera es pasado.

Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.

Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.

Prefiero morir de pie que vivir siempre arrodillado.

Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.

Trae el pasado solo si vas a construir.
Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos... Los días son frutos y nuestro ...

Si alguien está en desacuerdo contigo, déjalo vivir. No encontrarás a nadie parecido en cien mil millones de galaxias.

No hay que morir por el otro, sino vivir para disfrutar juntos.

Carpe Diem (aprovecha el día presente). Palabras que nos recuerdan que la vida es corta y debemos apresurarnos a gozar de ella.

En lo pasado está la historia del futuro.

El hombre actual ha nacido o bien para vivir entre las convulsiones de la inquietud, o bien en el letargo del aburrimiento.

El espectáculo de lo bello, en cualquier forma en que se presente, levanta la mente a nobles aspiraciones.

Las decepciones no matan, y las esperanzas hacen vivir.

Aprende a vivir aislado y a meditar en soledad; pero si te mezclas con la muchedumbre procura ser, como todos ellos, uno de tantos.

El arte de vivir consiste en conseguir que hasta los sepultureros lamenten tu muerte.

Vivir no consiste en respirar sino en obrar.

Aprendiendo a morir sea prende a vivir mejor.

Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.

El pasado me ha revelado la estructura del futuro.

Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar.

Vale más vivir y morir de una vez, que no languidecer cada día en nuestra habitación bajo el pretexto de preservarnos.

Cuatro cosas hay que me hubiera pasado mejor sin ellas: amor, curiosidad, pecas y dudas.

El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce.

Ni siquiera Dios puede cambiar el pasado.
Si al franquear una montaña en la dirección de una estrella, el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía.

Para conocer al hombre basta estudiarse a sí mismo; para conocer a los hombres se precisa vivir en medio de ellos.

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.

Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.

Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.

A vivir se aprende toda la vida, y toda la vida se ha de aprender a morir.

Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta.

Más vale morir con honra que vivir deshonrado.

Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.

Las pasiones hacen vivir al hombre, la sabiduría solo le hace durar.

¿Qué es la avaricia? Un continuo vivir en la pobreza por temor a ser pobre.

Vivir es sentir, sin amarguras, todas las edades, hasta que llega la muerte.