Poemas de amor cortos para hombres ( 76 )
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No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
Estupidez humana. Humana sobra, realmente los únicos estúpidos son los hombres.
Sustituir el amor propio con el amor de los demás, es cambiar un insufrible tirano por un buen amigo.
Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas.
Trabajar con amor es construir una casa con cariño, como si vuestro ser amado fuera a habitar en esa casa.
El amor es un verdadero acceso de fiebre, con la diferencia de que ésta comienza con frío y termina con ardor, mientras que el amor sigue el camino contrario.
En general el hombre está siempre orientado hacia alguna particularidad, pero el filósofo posee un sentido para la totalidad de las cosas.
El amor tiene dos momentos deliciosos: el primero y el último; lo malo es el tiempo que transcurre entre ellos.
Si todos los años extirparamos un solo vicio, pronto llegaríamos a ser hombres perfectos.
Ligerezas como el aire son para el celoso fuertes confirmaciones, como un testimonio de las sagradas escrituras.
A veces el amor une a dos seres que no saben nadar y viven en dos islas distintas.
Se dirá que el placer de la aventura mental es raro, que pocos pueden apreciarlo y que la educación ordinaria no tiene en cuenta un bien tan aristocrático. Yo no lo creo. El placer de la aventura m...
Todos los hombres tienen una mujer en el pensamiento; los casados, además, tienen otra en casa.
El amor es una actividad, no un efecto pasivo; es un estar continuado, no un súbito arranque.
No, no aparta a dos almas amadoras adverso caso ni crüel porfía: nunca mengua el amor ni se desvía, y es uno y sin mudanza a todas horas.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor.
La dependencia voluntaria es el mas bello de los estados, y ¡como seria posible sin amor!.
El amor es como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera, que las llamas los que están dentro.
¡ay los vicios humanos! son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.
Oh, la vida es un ciclo glorioso; y el amor es algo que siempre triunfa, que nunca puede fracasar.
Los hombres no se perturban por las cosas sino por la opinión que tienen de éstas.
La solución puede alcanzarse por medio de la adoración de animales, del sacrificio humano o las conquistas militares, por la complacencia en la lujuria, el renunciamiento ascético, el trabajo obses...
Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.
Los hombres solo pueden tratar entre sí de dos formas: Armas o Lógica. Fuerza o Persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las arma...
El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a cual más inexplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo.
La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto.
El amor es la única mercancía que se paga con una moneda acuñada por él mismo.
El amor jamás se pierde, si no es correspondido, retornará, suavizará y purificará el corazón.
El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que toma los sueños por realidades y sus imaginaciones por pr...
El amor es invisible y entra y sale por donde quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos.
Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?.
El amor es como el vino,y como el vino también,a unos reconforta y a otros destroza.
Jamás hacen el amor el sábado por la noche. Pues, si llovería el dómingo,ya no sabrían que hacer.
La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.
Y si el río de mi amor se precipita por fragoso terreno, no importa, no hay río que no se abra paso tarde o temprano hacia el mar.
¡Lástima que el Amor un diccionario no tenga donde hallar cuando el orgullo es simplemente orgullo y cuando es dignidad!.
Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones.
Las revoluciones las hacen los hombres de carne y hueso y no los santos y todas acaban por crear una nueva casta privilegiada.
