Frases-positivas-de-la-vida ( 129 )
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El secreto para vivir en paz con todos consiste en el arte de comprender a cada uno según su individualidad.
No hay que vender la piel del oso antes de haberlo matado.
Cuando veas un gigante, examina antes la posición del sol; no vaya a ser la sombra de un pigmeo.
La actividad es lo que hace feliz al hombre.
Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder.
El desarrollo es el nuevo nombre de la paz.
La culpa no está en el sentimiento, sino en el consentimiento.
Indudablemente nadie se ocupa de quien no se ocupa de nadie.
Los cautos rara vez se equivocan.
A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro.
La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano.
La bajeza más vergonzosa es la adulación
Describe un círculo, después acarícialo y se convertirá en un circulo vicioso.
El hombre vive en un mundo en el que cada ocurrencia está cargada con ecos y reminiscencias de lo que ha ocurrido antes. Cada acontecimiento es un recordatorio.
¿Qué es la mayoría? La mayoría es un absurdo: la inteligencia ha sido siempre de los pocos.
No hay accidente, por desgraciado que sea, del que los hombres hábiles no obtengan provecho.
Es difícil determinar cuando acaba una generación y comienza otra. Diríamos más o menos que es a las nueve de la noche.
En lo que parecemos, todos tenemos un juez; en lo que somos, nadie nos juzga.
El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.
Los errores poseen su valor, aunque solo en alguna ocasión. No todo el mundo que viaja a la India descubre América.
El mundo es una comedia para los que piensan y una tragedia para los que sienten.
Soy lo que desconozco que soy. Soy todo lo que no sé.
La mejor salsa es el hambre.
Pocos son entre los hombres los que llegan a la otra orilla; la mayor parte corre de arriba a abajo en estas playas.
La sombra no existe; lo que tu llamas sombra es la luz que no ves.
El que hace un favor a quien lo merece, él mismo lo recibe.
El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos.
A la mayor parte de los que no quieren ser oprimidos no les disgustaría ser opresores.
En el orden de las vicisitudes humanas no es siempre la mayoría de la masa física la que decide, sino que es la superioridad de la fuerza moral la que inclina hacia sí la balanza política.
Hombre fácil a la adulación es hombre indefenso.
Para mejorar nuestro conocimiento debemos aprender menos y contemplar más.
La injusticia, allí donde se halle, es una amenaza para la Justicia en su conjunto.
En España la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro.
Por un clavo se perdió una herradura, por ésta un caballo, y por éste el jinete, que fue capturado y muerto por el enemigo.
El hogar es la prisión de la soltera y el hospicio de la casada.
Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es, más bien, condición de ella.
La risa no es más que la gloria que nace de nuestra superioridad.
La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principio sobre los cuales fue fundado.
Bien mirados, todos nos ocultamos, completamente desnudos, en los vestidos que usamos.
Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada.
