Frases para gentes malas
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Si no hubiera malas gentes no habría buenos abogados
El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
Confieso que enterrar a algunas gentes constituye un gran placer.
El rey está rodeado de gentes que no piensan sino en divertirlo y en impedir que piense en sí mismo. Porque, por muy rey que sea, es desgraciado si piensa en ello.
Los malos libros provocan malas costumbres y las malas costumbres provocan buenos libros.
Perder el dinero es a menudo un delito; adquirirlo por malas artes es aún peor, y malgastarlo es lo peor de todo.
El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.
No frecuentes las malas compañías, no sea que aumente su número.
En el mundo hay gentes que, incapaces de elevarse una pulgada, miran de alzarse sobre las ruinas de los demas.
Detesto más las malas máximas que las malas acciones.
Prefiero unos pocos allegados a las malas compañías; pero deben saber ir y venir oportunamente.
Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.
Se puede confiar en las malas personas. . . No cambian jamás.
La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que sí se conocen pero no se masacran.
Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
Nuestras buenas y nuestras malas acciones nos siguen casi como una sombra.
Las gentes virtuosas desacreditan la virtud.
Aunque el mundo contiene muchas cosas decididamente malas, la peor de todas ellas es la sociedad.
La abundancia de las cosas, aunque no sean buenas, hacen que no se estimen, y la carestía, aun de las malas, se estima en algo.
La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde.
No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.
Deben tratarse, sobre todo, de asegurar a las mujeres contra las malas indicaciones, aún las más ligeras; si las mujeres no estuvieran vigiladas harían la desgracia de dos familias.
Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios.
Para destruir las malas prácticas, la ley es mucho menos útil que los esfuerzos individuales.
Nos ocupamos mucho de ser gentes de bien según la ley de Dios; no sabríamos serlo según nosotros mismos.
Cuando estas de malas, todos quieren pagarte con la misma moneda; cuando estas de buenas, nadie recuerda que te deben
En la escuela obtenía malas notas. Eso no me causaba ninguna pena. Mi universo estaba en otra parte, entre las máquinas, los motores y las bicicletas
Una vez que tienes una buena excusa, abres la puerta a las malas excusas.
El imperativo de no torturar debe ser categórico, no hipotético; la tortura es un mal absoluto, no relativo; no existen torturas malas o beneficiosas.
A quien las buenas obras no aprovechan y las tiernas palabras no mueven, las malas le domen con duro y riguroso castigo.
Me divierten las gentes que quieren seguir unas reglas, porque en la vida no hay más que lo excepcional.
Yo soy una de esas gentes que prefiere amar a que la amen. Pero uno tiene que dar las gracias porque la quieran
Siempre has sido lista. Has visto lo malo de las gentes a cien leguas... Pero los hijos son los hijos. Ahora estás ciega
Las gentes propensas a la melancolía son las mejores dotadas para el amor.
Cumplí las promesas que hagas, buenas o malas. Si me prometés un premio, dámelo; si es una penitencia sostenela
Las personas lunáticas oyen voces que no pueden oír otras gentes; y en vez de considerar que poseen un oído anormalmente agudizado, se les encierra
He hecho bastantes cosas malas, lo reconozco. La peor de ellas, pegar a Hermann Terstch.
Las hadas madrinas suelen llegar a comprender bien la naturaleza humana, por lo que las buenas son bondadosas, y las malas son poderosas.
Envejecer no es ninguna ventaja. No le gusta a nadie. Empiezan a sucederte cosas malas y las opciones se reducen.
Olvidar cosas malas, también es tener buena memoria, decía Martín Fierro. Yo digo: el olvido es una gentileza de Dios
