Frases para hombres que no valoran a una mujer ( 10 )
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Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los impres...
Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: "Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más qu...

La mujer celosa en sí no reposa, y al marido siempre le trae afligido.

Cualquier hombre puede llegar a ser feliz con una mujer, con tal de que no la ame

La mujer es más como la noche. Te rodea, te envuelve, te ahoga, sin ofenderte, sin ni siquiera tocarte.

A buena mujer, poco freno basta.

La naturaleza ha preparado mejor a las mujeres para ser madres y esposas que a los hombres para ser padres y maridos. Los hombres tienen que improvisar.

Las mujeres no simpatizan entre sí por los mismos motivos que agradan a los hombres.
La política es bella, aunque parezca fea por lo que se le entra del interés inevitable; y su beldad está en la fatiga difícil y dolorosa de los hombres en virtud por tener la república a salvo de...

Los hombres y los reyes deben juzgarse por su actuación en los momentos críticos de sus vidas.

En la vida conyugal, la pareja unida no tiene que formar más que una sola persona moral, animada y gobernada por el entendimiento del hombre y por el gusto de la mujer.

La música debe hacer saltar fuego en el corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer.

El arte de persuadir consiste tanto en el de agradar como en el de convencer; ya que los hombres se gobiernan más por el capricho que por la razón.

En su primera pasión, la mujer está enamorada del ser amado; en todas las demás, solo está enamorada del amor.

Se aborrece a los viles, y se ama, con las entrañas toda, a los hombres pudorosos y bravos.

Compórtate con tu mujer como te comportarías con la de otro.

Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo de mar libre y ancho.

La mujer es como una sombra: no podrás atraparla, pero tampoco huir de ella.

La falla de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes.

Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro.

El amor en la mujer está siempre mezclado con una admiración involuntaria, y cesa cuando cree convencerse de que el hombre le es inferior.
Ingenio, superstición, ateísmo, mascaradas, versos, traiciones, devociones, venenos, asesinatos, unos cuantos grandes hombres, un número infinito de canallas hábiles y sin embargo desdichados: he ...

¿Qué es lo más hermoso en hombres viriles?, algo femenino; ¿qué es lo más hermoso en mujeres femeninas?, algo masculino.

El hombre y la mujer han nacido para amarse, pero no para vivir juntos. Los amantes célebres de la historia vivieron siempre separados.

Algo más, algo menos, mi querido muchacho, las voces de los hombres son todas un engaño; solo somos honestos cuando niños, y ya después en el sepulcro.

Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.
Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: los sueños salían del pelo y se iban...

Sin mujer, la vida es pura prosa.

Los hombres son los que sus madres han hecho de ellos.

Entre mi mujer y yo, siempre hay una cremallera que se atora.

El cristianismo. . . Imparte a los hombres una doble vida y ofrece los goces imaginarios del cielo como un solaz para las miserias reales de esta vida.

Hay dos clases de hombres: quienes hacen la historia y quienes la padecen.

No se es amigo de una mujer cuando se puede ser su amante.
Mi madre fue la mujer más bella que jamás conocí. Todo lo que soy, se lo debo a mi madre. Atribuyo todos mis éxitos en esta vida a la enseñanza moral, intelecutal y física que recibí de ella.

Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben.

En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.

Cuando un hombre se casa por segunda vez, es porque adoraba a su primera mujer.

Cuando una mujer sufre en silencio es porque su teléfono no sirve.

Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida, lo cual no dice mucho en su favor.

Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.