Frases para hombres que no valoran a una mujer ( 6 )
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El hombre es celoso si ama; la mujer también, aunque no ame.

Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.

El gusto por la adulación se debe, en la mayoría de los hombres, a la pobre opinión que tiene de sí mismos; con las mujeres ocurre al contrario.

Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón.

El que no tiene mujer, cada día la mata; mas quien la tiene, bien la guarda.

Ira de mujer, trueno y rayo es.

Aprendemos de la experiencia que los hombres nunca aprenden nada de la experiencia.

. . . Si abro la puerta hay una mujer entonces afirmo que existe la realidad.

No se sabe quien goza más; si la mujer cuando se casa o el hombre cuando enviuda.

Mujer el mundo está amueblado por tus ojos.

Los hombres, tal como son, se inclinan por naturaleza a ir en pos del dinero o del poder, y del poder porque vale tanto como el dinero.

La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el Universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.

En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él.

Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.

La volubilidad de la mujer a quien amo es splo comparable a la infernal constancia de las mujeres que me aman.

En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.

Como individuo, la mujer es un ser endeble y defectuoso.

Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer.

No hay manto ni sayo que peor siente a la mujer que el querer ser sabia.

La mujer es un vulgar animal del que el hombre se ha formado un ideal demasiado bello.

Para Dios todo es hermoso, bueno y justo. Los hombres han concebido lo justo y lo injusto.

La mujer es como los autos, a la vejez es cuando más se pintan.

El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen.

Lo que los hombres realmente quieren no es el conocimiento sino la certidumbre.

El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.

Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos.

Con el poder mantenemos una relación ambigua: sabemos que si no existiera autoridad nos comeríamos unos a otros, pero nos gusta pensar que, si no existieran los gobiernos, los hombres se abrazarían...

Los hombres más eruditos no son precisamente los más sabios.

¡Ah, el eterno femenino! Decía aquel señor cuya mujer nunca acababa de morirse.

La mujer es la luz de la vida.

El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.

Los hombres que se bastan a sí mismos son inservibles a la verdadera amistad.

El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico.

Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de los que algo hacen.

La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.

Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los hombres no hacemos otra cosa que existir.

Los hombres viven celosos de la inmortalidad.

La cólera da ingenio a los hombres apagados, pero los deja en la pobreza.

En la mujer, el orgullo es a menudo el móvil del amor.

Los libros poseen siempre más ingenio que los hombres con quienes nos encontramos.