Frases para levantar el estado de animo ( 4 )
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El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar.
Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza.
No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmalazado.
El Estado, al igual que el suelo sobre el que se halla situado, no es un patrimonio. Consiste en una sociedad de hombres sobre los cuales únicamente el Estado tiene derecho a mandar y disponer. Es un...
Cuando nacen las sociedades, los jefes de un Estado son los que dan a éste su carácter especial. Después, este carácter especial es el que forma a los jefes de Estado.
Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.
El estado es un mecanismo históricamente temporal, una forma transitoria de sociedad.
Mientras que en cualquier otra ciencia se sigue investigando permanentemente, la de cómo gobernar un Estado se ha estancado. Hoy se entiende y se practica solo un poco mejor que hace 4.000 años.
El estado es un inmenso cementerio al que van enterrarse todas las manifestaciones de la vida individual.
Cuando sea posible hablar de libertad, el Estado como tal dejará de existir.
El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía.
Las alegrías de este mundo me recuerda siempre el estado de esos asmáticos, que no pueden reír con fuerza sin toser súbitamente.
Si uno no puede explicar lo que ha estado haciendo, su trabajo carecerá de valor.
Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.
No basta levantar al débil, hay que sostenerlo después.
Son santos los que luchan hasta el final de su vida: los que siempre se saben levantar después de cada tropiezo, de cada caída, para proseguir valientemente el camino con humildad, con amor, con esp...
Si alguna vez las pasiones quieren levantar la cabeza, no os acobardéis por eso; hacedles frente, resistidlas, acudiendo presurosamente a los pies de Jesús Sacramentado.
Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas.
Si yo hubiera creído en un Dios de recompensas y castigos, puede que hubiera perdido el ánimo en las batallas.
Las virtudes son hermanas que se abrazan estrechamente; cuando una cae, todas vacilan; cuando una se levanta, todas cobran ánimo
Me siento inmejorable en el espíritu, en el ánimo, en el alma. Y el cuerpo, respondiendo de manera extraordinaria en todos los sentidos
Es necesario que tu película despegue. La hinchazón y lo pintoresco le impiden levantar el vuelo.
El hombre tiene que estimular el ánimo y el espíritu de la mujer para hacer el sexo interesante. El verdadero amante es el hombre que la emociona al tocarle la cabeza, sonreír o mirarla a los ojos.
... toda la certeza de los profetas estriba en estas tres cosas; 1a en una imaginación viva y precisa; 2a en un signo, 3a y, final y principalmente, en un ánimo inclinado a lo justo y a lo bueno.
Levantar un andamio no es edificar.
Que no se me censure si, a veces, parece que pinto ciertas escenas de amor con demasiado detalle, a no ser que me juzgue mal pintor, ya que no se podría reprochar a mi ánimo gastado el que no sepa y...
... Espíritu Santo; y, en realidad, éste no es otra cosa que la tranquilidad de ánimo que surge en la mente por las buenas acciones.
Cuando el ánimo está en suspenso, un ligero impulso lo hace inclinarse acá o allá.
Terror es el sentimiento que paraliza el ánimo en presencia de todo lo que hay de grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con la causa secreta
Dios ayuda a la voluntad sincera, si es que no la abandona el valor y el ánimo.
Los verdaderos grandes son los de ánimo grande.
“Levantar una piedra para dejarla caer sobre los propios pies” es un dicho con que los chinos describimos el comportamiento de ciertos estúpidos
Cada vez que perdemos el ánimo, perdemos muchos días de nuestra vida
No hay señal más segura de ánimo pequeño que el estar contento de todo
Es imposible... Tener ánimo para cosas grandes, quien no entiende que está favorecido de Dios.
William se preguntó porqué siempre le había caído mal la gente que decía sin ánimo de ofender. Tal vez porque les resultaba más fácil decirlo que evitar la ofensa en sí.
Dejar que digan, escucharlo, sufrirlo todo; no espantarse por nada y continuar con fidelidad y buen ánimo
Muchas palabras no son signo de ánimo prudente
Aun el más animoso de nosotros solo raras veces tiene ánimo para lo que él propiamente sabe.
Ayuda al hombre que trata de levantar su carga, pero no al que la depone.
