Frases para pocos hombres. Encuentra docenas de frases para pocos hombres con fotos para copiar y compartir.
La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el Universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.
Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
Para Dios todo es hermoso, bueno y justo. Los hombres han concebido lo justo y lo injusto.
El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen.
Lo que los hombres realmente quieren no es el conocimiento sino la certidumbre.
El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.
Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos.
Con el poder mantenemos una relación ambigua: sabemos que si no existiera autoridad nos comeríamos unos a otros, pero nos gusta pensar que, si no existieran los gobiernos, los hombres se abrazarían...
Los hombres más eruditos no son precisamente los más sabios.
La función intelectual de las dificultades es la de conducir a hombres y mujeres a pensar.
El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.
Los hombres que se bastan a sí mismos son inservibles a la verdadera amistad.
El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico.
Las religiones son fundadas en el miedo de muchos y en la vivacidad de pocos.
Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de los que algo hacen.
La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.
Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los hombres no hacemos otra cosa que existir.
Los hombres viven celosos de la inmortalidad.
La cólera da ingenio a los hombres apagados, pero los deja en la pobreza.
Los libros poseen siempre más ingenio que los hombres con quienes nos encontramos.
Ningún gobierno puede sostenerse sin el principio del temor así como del deber. Los hombres buenos obedecerán a este último, pero los malos solamente al primero.
Por lo general, los hombres creen fácilmente lo que desean.
El más libre de todos los hombres es aquel que puede ser libre dentro de la esclavitud.
Los hombres son más elocuentes que las mujeres, pero las mujeres poseen un mayor poder de persuasión.
Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes.
La desgracia, al ligarse a mí, me enseñó poco a poco otra religión, distinta a la religión enseñada por los hombres.
En la mayoría de los hombres, las dificultades son hijas de la pereza.
La base de todas las sociedades grandes y duraderas ha consistido, no en la mutua voluntad que los hombres se tenían, sino en el recíproco temor.
Los hombres no pueden ser si no son libres.
Si las mujeres solo tuvieran los defectos que los hombres les achacan, serían casi perfectas.
Solo cuando los hombres aprenden a rezar empiezan a creer.
El comercio mezcla a los hombres, pero no los une.
El mas tacaño de los hombres hace una excepción al tratarse de ayudar a alguien con palabras.
Los hombres auténticos viven como piensan. Los que quieren engañarse piensan como viven.
Para la mayoría de los hombres la guerra es el fin de la soledad. Para mi es la soledad infinita.
Creo que la Biblia es el mejor don que Dios jamás haya dado a los hombres.
Solo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.
Los hombres engañan más que las mujeres; las mujeres, mejor.
Si los hombres son tan perversos teniendo religión, ¿cómo serían sin ella?.
(...) Se puede guiar a los hombres haciéndolos pensar por sí mismos, pareciendo dudar con ellos, conduciéndolos, como de la mano, sin que se den cuenta.