Frases de lujuria y deseo ( 5 )
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Tu eras mi único deseo en aquellas noches de borrachera
Habito en un genoma más allá de la puerta de mis dedos. ¿O soy yo el infinito de lo pequeño inabarcable, la mariposa que sueña que es un poeta chino? Y que ahora expresa este deseo: que la vida m...
El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defe...

Buscando lo que deseo voy perdiendo el deseo de lo que busco.
Han existido músicos que para el mundo nunca morirán, pero que por desgracia ellos mismos personalmente murieron de hambre, y han existido personas a las que les fue cumplido cada deseo y a pesar de...

Todo lo que el deseo unta en mis labios: la dulzura soñada de un contacto, el sabido sabor de la saliva.

El ser humano que quiere alcanzar la perfección debe mantener la serenidad y la calma, sin permitir que una pasión o un deseo circunstancial se entrometa en su espíritu.

Deseo paciencia a los impacientes por verme desaparecer. Ya falta menos que antes

La lujuria merece tratarse con piedad y disculpa cuando se ejerce para aprender a amar

El deseo de la grandeza es un pecado divino.

Deseo poder escribir algo tan misterioso como un gato

La mitad de la vida es deseo, y la otra mitad insatisfacción.
En realidad, en lo que al concepto de sexualidad se refiere, la masturbación sería la satisfacción ideal. Lo que Freud paradójicamente no tiene en cuenta es el aspecto psicobiológico de la sexual...

Hay que despertar en el prójimo un franco deseo. Quien puede hacer que esto lo tenga el mundo entero consigo. Quien no puede hacerlo, marcha solo por el camino.

No turbes, pues, mi paz con tus discursos, amigo: mucho sabes; pero mi sueño sabe más... ¡Aléjate! No quiero gloria ni heredad ninguna: yo lo que tengo, amigo, es un profundo deseo de dormir

La cima del éxtasis resplandece en un cuerpo desposeído y árido, pero liberado por su desafiante deseo de alegría.

El deseo de dinero crece tanto como el dinero mismo

Los Hombres se creen libres porque ellos son conscientes de sus voluntades y deseos, pero son ignorantes de las causas por las cuales ellos son llevados al deseo y a la esperanza.

En última instancia lo que amamos es nuestro deseo, no lo deseado.

Recuerdo cálido, testigo único, más tiempo pasa y mucho más, más necesito verte, más sueño con tu amor. Ya sé que estás dándome fuerza deseo, deseo, deseo, estar con vos.

Sucede con frecuencia que la posesión mata los más grandes poemas del deseo, a cuyos sueños corresponde raramente el objeto poseído.

Un sentido temporal no es suficiente para darle significado a la vida humana, el hombre cuenta con un deseo de eternidad que lo trasmina.

El trabajo es una obligación, hija de la necesidad, mientras que la actividad es ejercicio alegre del deseo.

No siento el menor deseo de ser un novelista popular, es demasiado fácil.
La religión se basa, a mi juicio, primordial y principalmente en el miedo. En parte es terror a lo desconocido y, en parte, deseo de sentir que se tiene una especie de hermano mayor que estará junto...

No deseo conversar con un hombre que haya escrito más de lo que ha leído

Solo deseo que ese pesimismo me desvíe de las ilusiones fáciles y envolventes, como el amor...

Cualquier hombre, por fascinante que pueda ser, acaba por convertirse en ridículo a causa de su deseo sexual

Yo le quería decir que el azar se parece al deseo...

El derecho natural de cada hombre no se determina, pues, por la sana razón, sino por el deseo y el poder.

El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.

A los que me desean la muerte, yo les deseo mucha vida, para que vean cómo la Revolución Bolivariana va a seguir avanzando de batalla en batalla y de victoria en victoria.

Cada cosa que yo hago y cada cosa que decido dejar de hacer está motivada por un deseo, pueda yo identificarlo o no

(...) para las notas particulares, y que deseo llamen la atención, me punzo los dedos y escribo con mi sangre.
El deseo es una manifestación de toda la vida humana, y aunque en esta manifestación nuestra vida revela a menudo toda su miseria, sigue siendo vida y no la mera extracción de una raiz cuadrada.
El hombre lleva en sí mismo una sed de infinito, una nostalgia de eternidad, una búsqueda de belleza, un deseo de amor, una necesidad de luz y de verdad, que lo impulsan hacia el Absoluto; el hombre...

El deseo nos incita a la posesión, a movernos hacia algo

Y el amor solo es bello mientras duran el contraste y el deseo; después todo pasa a ser flaqueza y costumbre...

No solo se ataca por hacer daño alguno, por vencerle, sino a veces por el mero deseo de adquirir conciencia de la propia fuerza

La frontera es, a veces, una manera de ir con billete de vuelta a un país en el que por razones políticas no se tiene ningún deseo de vivir.