Frases motivacionales para el trabajo ( 80 )
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Yo no viajo para ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. El asunto es moverse.
Que yo también comparto los mismos miedos, también busco una cinta para atar el tiempo. También arrastro conmigo una cadena de sueños.
Cuando muerto esté en la tumba toca en ella la guitarra, y verás a mi esqueleto alzarse para escucharla.
Últimamente se han escrito varias obras de teatro sobre la monstruosa injusticia que supone el actual código de moral social. Por supuesto que es una vergüenza insultante que haya una ley para el h...
Véante mis ojos, pues eres lumbre de ellos, y solo para ti quiero tenerlos.
Este juego pertenece a todos los pueblos y a todas las épocas y nadie puede saber de él qué divinidad lo regaló a la Tierra para matar el tedio, aguzar el espíritu y estimular el alma.
Te esperaré apoyada en la curva del cielo y todas las estrellas abrirán para verte sus ojos conmovidos.
No hay vicios que no encuentren entre la alta sociedad apoyos complacientes, y se ha visto trastornar la distribución de un castillo para hacer que una hermana durmiera cerca de su hermana cuando se ...
Espera que llene la mar para entrar en la canal.
La ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los menesteres más viles: por eso para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse.
El primer mérito de un cuadro es ser una fiesta para la vista.
Carecemos de fuerza suficiente para seguir toda nuestra razón.
Cuatro pasos para lograr algo: plan útil, preparación adecuada, proceder positivamente y ser persistente.
Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella.
El comunismo no es para mí sino el precursor de la salvación. El comunismo no responde a mi corazón.
¡Qué coraje hace falta en determinados momentos para elegir la vida!.
Ningún hombre es una isla. Para hacer frente al buen combate, necesitamos ayuda.
La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte.
El bueno es el que guarda, cual venta del camino, para el sediento el agua, para el borracho el vino.
Los ciegos pueden al tacto comprobar lo amado, mi corazón es todo tacto para tu presencia.
La buena suerte no es casual, es producto del trabajo; así la sonrisa de la fortuna tiene que ganarse a pulso.
La lectura es a veces una estratagema para eludir pensar.
El hombre que de su patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no solo ser oído sino también creído.
Que cada hombre y cada mujer que amén la libertad y el ideal anarquista, lo propague con empeño, con terquedad, sin hacer aprecio de las burlas sin medir peligro, sin reparar en consecuencias, y man...
Para ser un hombre de estado, primero debes ser elegido.
El único error de dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar.
No debemos olvidar, que el anarquismo no es para los ineptos del esfuerzo. No se nace anarquista, si no que se hace tal por razonamiento, por observación, por análisis y por sensibilidad, siempre es...
Pues el pájaro cantor jamás se para a cantar en árbol que no da flor.
Es suficiente agregarle la palabra "militar" para que una palabra con significado lo pierda. Así, la justicia militar no es justicia, la música militar no es música.
Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.
Solo para vosotros viven todas las cosas bajo el sol.
A los curas caso omiso, y para mí un buen piso.
Yo, como don Quijote, me invento pasiones para ejercitarme.
Hoy en día, para formar parte de la buena sociedad, uno tiene que alimentar a la gente, divertirla o escandalizarla.
Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.
El requisito definitivo para la grandeza de un artista es su propia muerte.
Los Estados, para la diplomacia, no son los pueblos, sino los reyes que los dirigen o los esclavizan.
Las acciones de los hombres son normalmente buenas, pero sus razones para obrar lo son raramente.
El hombre solo puede ser esclavizado cuando es bastante débil para escuchar la razón.
Aquí un marido que ama a su mujer es un hombre que no tiene el mérito suficiente para hacerse amar por otra.
