Frases para los que presumen lo que no tienen ( 3 )
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Los triunfadores tienen mucha suerte. Si no lo crees, pregúntale a un fracasado.
La naturaleza ha preparado mejor a las mujeres para ser madres y esposas que a los hombres para ser padres y maridos. Los hombres tienen que improvisar.
Lo difícil no es estar con los amigos cuando tienen razón, sino cuando se equivocan.
Los sentimientos de amor y temor de dios no tienen su origen en dios, si no en los seres humanos. Son sentimientos de frustración dirigidos por el hombre a un ser imaginario que pretende sea su padre...
No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla.
A dios se dejan las cosas, cuando remedio no tienen.
En la vida, como en ajedrez, las piezas mayores pueden volverse sobre sus pasos, pero los peones solo tienen un sentido de avance.
El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.
Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanid...
Lo peor de los complejos de inferioridad es que los tienen las personas equivocadas.
Los que no tienen hijos ignoran muchos placeres, pero también se evitan muchos dolores.
Todas las personas tienen la disposición de trabajar creativamente. Lo que sucede es que la mayoría jamás lo nota.
El peor de los males es creer que los males no tienen remedio.
La ambición desmedida comulga con el egoísmo, la soberbia y la destrucción, cuanta ceguera y dureza de corazón existe en esas personas que presumen una realidad que solo existe en ellas mismas.
Los Sueños! no son para los que duermen...
si no para los que tienen la valentía y la Fe!
de ir por ellos... Lucha por tus sueños y se feliz...!!
Hay muchas personas que lo único que tienen de inteligente es el teléfono celular
Las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarles el ánima!...
los muertos no tienen sueños. son aquellas personas que nunca los cumplen.
Lo malo de los que se creen en posesión de la verdad es que cuando tienen que demostrarlo no aciertan ni una.
Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido.
Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros.
Quizás el sufrimiento y el amor tienen una capacidad de redención que los hombres han olvidado o, al menos, descuidado.
A los que tienen paciencia, las perdidas se les convierten en ganancias, los trabajos en merecimientos y las batallas en coronas.
No se comprende cómo las mujeres no triunfan todas, no teniendo en casa, como no tienen, ninguna mujer que se lo impida.
Los hijos del herrero no tienen miedo a las chispas.
Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito.
Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos.
El aburrimiento es la enfermedad de las personas afortunadas; los desgraciados no se aburren, tienen demasiado que hacer.
No se desprecia a todos los que tienen vicios, pero sí a los que no tienen ninguna virtud.
Enseñar no es una función vital, porque no tienen el fin en sí misma; la función vital es aprender.
Nunca ha habido gobierno perfecto porque los hombres tienen pasiones; si no tuviesen pasiones, no necesitarían gobierno.
Los argumentos del más fuerte siempre tienen más peso.
Cuando los cerezos florecen las aves tienen dos patas Y los caballos cuatro.
Muchas cosas tienen reputación, no por su valor, mas por flaqueza nuestra.
Las palabras son como las abejas, tienen miel y aguijón.
No, nada llega tarde, porque todas las cosas tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas
El hombre posee gran razonamiento, pero en su mayor parte vano y falso; los animales lo tienen menor, pero útil y verídico, y más vale una pequeña certeza que un gran engaño.
Todos los hombres tienen una mujer en el pensamiento; los casados, además, tienen otra en casa.
Las mujeres tienen un modo celestial de no darse cuenta de las familiaridades que los hombres se permiten con ellas.
Existen dos cosas en el cine que tienen un valor distinto dependiendo de si las hace un hombre o una mujer: los desnudos frontales y el hecho de llorar.
