Frases-de-reconocimiento ( 70 )
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Cada guerra es una destrucción del espíritu humano.
Creo que si miráramos siempre al cielo, acabaríamos por tener alas.
Si no levantas los ojos,creerás que eres el punto más alto.
No hay malas hierbas ni hombres malos; solo hay malos cultivadores.
Cuando alguien que de verdad necesita algo, lo encuentra, no es la casualidad quien lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello.
La guerra es la mejor escuela del cirujano.
Para lograr el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante, aunque sea en el sótano, déjese ver en los restaurantes de moda, aunque solo se tome una copa, y si pide prestado,...
Hay hombres que no suben después de caer.
Pedir prestado no es mucho mejor que mendigar, así como el prestar con usura no es gran cosa menos que robar.
Las grandes elevaciones del alma no son posibles sinó en la soledad y en el silencio.
La función última de la crítica es que satisfaga la función natural de desdeñar, lo que conviene a la buena higiene del espíritu.
Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez.
El hombre que se mantiene en el justo medio lleva el nombre de sobrio y moderado.
La pena uno puede soportarla solo, mas para estar alegre se necesitan dos.
¿Cómo se llama al animal más temible? Preguntó un rey a cierto sabio. Y éste respondió: los salvajes le llaman tirano; los mansos, adulador.
En casa de herrero, cuchillo de palo.
Ser director de cine en España es como ser torero en Japón.
El genio hace lo que debe y el talento lo que puede.
¿no tienes enemigos? ¿es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia?.
Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud.
La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir.
Allí esta el fastuoso escenario de la vida para los que saben mirar un poco.
No se ha llegado al colmo del dolor cuando se tiene aún fuerza para quejarse.
Saber es acordarse.
La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía.
A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.
Los discursos inspiran menos confianza que las acciones.
Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los incautos.
Un egoísta es aquel que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tu te estas muriendo de ganas de hablarle de ti.
Una mujer no comienza a mostrar su edad hasta que comienza a ocultarla.
El hombre es un aprendiz y el dolor es su amo.
Las ciudades son el abismo de la especie humana.
El mártir espera la muerte; el fanático corre a buscarla.
Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.
Quien daña al saber, homicida es de sí mismo.
El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse.
Solo el que sabe es libre y más libre el que más sabe. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas.
Los buenos modales se consiguen a base de pequeños sacrificios.
Cuando pensamos que el día de mañana nunca llegará, ya se ha convertido en el ayer.
La puerta mejor cerrada es aquélla que puede dejarse abierta.
