Frases para hombres que no valen la pena. Encuentra docenas de frases para hombres que no valen la pena con fotos para copiar y compartir.
Si los hombres, una vez que han hallado la verdad, no volviesen a retorcerla, me daría por satisfecho.
Hay hombres cuya conducta es una mentira continua.
Cuando estás cerca te noto lejos y cuando estás lejos te noto cerca y cuando estás de viaje: ME MUERO DE PENA
Es más necesario estudiar a los hombres que a los libros.
El hombre económico es el más rico de los hombres, pero el avaro es el más pobre.
Dios está en todos los hombres, pero no todos los hombres están en Dios: Por eso sufren.
El orgullo divide los hombres, la humildad los une.
La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que lo han perdido todo, la poseen aún.
Entra una nueva pena y las viejas penas de la casa la reciben calladas, no muertas.
En el arte, nada que merezca la pena se puede hacer sin genio; en ciencia, incluso una capacidad muy modesta puede contribuir a un logro supremo.
La mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse en casa.
La guerra es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa.
Los hombres no viven juntos porque sí, sino para acometer juntos grandes empresas.
Trabajando por cuenta ajena, poco se gana y mucho se pena.
No es que los hombres hacen los pueblos, sino que los pueblos, con su hora de génesis, suelen ponerse, vibrantes y triunfantes en un hombre.
Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.
Las mujeres son la causa de todas las acciones de los hombres. Hablo porque hay mujeres escuchándome..
Ahora se suele criticar a la televisión por transmitir tanta violencia, cuando más cruel ha sido la Biblia: en sus páginas se come a niños, se llama a matar a los enemigos, se queman casas, se sac...
Hay algunos hombres que no dicen lo que piensan y otros que piensan demasiado lo que dicen.
Muchas veces pienso que nosotros, los revolucionarios, somos como el sistema capitalista. Sacamos de los hombres y mujeres lo mejor que poseen, y después nos quedamos tan tranquilos viendo cómo term...
El peligro del pasado era que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots.
Ten muy presente que los hombres, hagas lo que hagas, siempre serán los mismos.
No hay nada que pueda quitar la libertad a un hombre salvo otros hombres. Para ser libre, un hombre debe ser libre de sus hermanos.
Ciertos hombres tienen el talento de ver mucho en todo. Pero les cabe la desgracia de ver todo lo que no hay, y nada de lo que hay.
Los hombres de genio son fuerzas químicas etéreas que operan sobre la masa del intelecto neutra.
Todo sueño digno de vivir vale la pena compartirlo con otros.
Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. S...
Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.
El gusto por la adulación se debe, en la mayoría de los hombres, a la pobre opinión que tiene de sí mismos; con las mujeres ocurre al contrario.
Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón.
Aprendemos de la experiencia que los hombres nunca aprenden nada de la experiencia.
Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena compartida, en media pena.
Los hombres, tal como son, se inclinan por naturaleza a ir en pos del dinero o del poder, y del poder porque vale tanto como el dinero.
La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el Universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.
Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
Para Dios todo es hermoso, bueno y justo. Los hombres han concebido lo justo y lo injusto.
El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen.
Lo que los hombres realmente quieren no es el conocimiento sino la certidumbre.
El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.
Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos.