Frases tristes pero ciertas ( 31 )
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Queremos la paz, pero la paz no puede ser nunca mera ausencia de violencia, sino que debe ser presencia y vigencia de la Constitución, sin coacciones, extorsiones ni amenazas.

He sido un hombre que busca y aun lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre.

El ocioso vale para la plaza pero no para el trabajo.

Pero si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje también puede corromper el pensamiento.

El amor es eso de lo que todo el mundo habla pero nadie sabe realmente lo que es.

La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada.

La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda.

Nunca comiences una pelea, pero siempre termínala.

Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma.

Visto un león, están vistos todos, pero visto un hombre, solo está visto uno, y además mal conocido.

Nuestra vida es como un sueño. Pero en las mejores horas nos despertamos lo suficiente como para darnos cuenta de que estamos soñando. La mayor parte del tiempo, sin embargo, estamos profundamente d...

Las mujeres comunes saben más de hombres que las mujeres hermosas. Pero las mujeres hermosas no necesitan saber de hombres, son los hombres los que tienen que saber de mujeres hermosas.

Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras.
El cemento armado es una musa honesta y útil, y quizá en manos de un arquitecto genial sería admirable; pero cuando se desmanda y se siente atrevida, como una cocinera lanzada a cupletista, hace ta...
La esperanza es paradójica. Tener esperanza significa estar listo en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida.

Parece que la injusticia tiene en nosotros más abrigo que la justicia. Pero yo me río, y sigo mi camino.

El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.

La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.

Una vez me preguntaron: ¿Es importante que un director sepa escribir?, y yo respondí: no, pero sí es útil que sepa leer.
Es un pensamiento que no conduce a nada, una matemática que no establece nada, un arte que no deja obra, una arquitectura sin materia. Pero ha demostrado, sin embargo, ser más perdurable, a su modo,...

Tengo corazón, mas corazón de soberano; no me apiado de las lágrimas de una duquesa, pero me afectan los males de los pueblos.

Al salir de ciertas bocas, la misma verdad tiene mal olor.

Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos.

Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió.

El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes.

La naturaleza es una obra de arte, pero Dios es el único artista que existe, y el hombre no es más que un obrero de mal gusto.

Yo trato de privarme de ideas. Todos los días me quito alguna, pero siempre me quedan demasiadas.
La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. Pero las rayas fronterizas del saber, por mu...

No me importa que la gente mire sus relojes cuando estoy hablando pero es excesivo que además los sacudan para asegurarse de que andan.

Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia.

El soltero desea una esposa pero se alegra de no tenerla.

Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud.

Autoevidente: evidente para uno mismo, pero no para los demás.

Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman.

Construye tu cabaña en el valle, pero nunca lo hagas en la cima.

Las ideas, como las pulgas, saltan de un hombre a otro. Pero no pican a todo el mundo.

A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco.

Todas las cosas buenas de este mundo no son buenas más que por el uso que hacemos de ellas; y que las disfrutamos tanto cuando nos sirven como cuando las juntamos para dárselas a otros, pero no más...

El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.

Uno puede apoyarse sobre su puesto, pero no sentarse en él.