Poemas para hombres. Encuentra docenas de poemas para hombres con fotos para copiar y compartir.
Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.
Los hombres construyen puentes y tienden vías férreas a través de desiertos, y, no obstante, sostienen con éxito, que coser un botón es tareas superior a ellos.
La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.
Hablar de la democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar de humanismo y negar a los hombres es una mentira.
La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos.
Los cazadores atrapan las liebres con los perros; muchos hombres atrapan a los ignorantes con la adulación.
No es humano el deber que por soñar con una humanidad perfecta es inexorable con los hombres.
Aunque los hombres se jacten de sus grandes acciones, muchas veces no son el resultado de un gran designio, sino puro efecto del azar.
Una buena parte de los hombres no tiene más vida interior que la de sus palabras, y sus sentimientos se reducen a una existencia oral.
Quizás el sufrimiento y el amor tienen una capacidad de redención que los hombres han olvidado o, al menos, descuidado.
Si las mujeres se vistieran para los hombres, las tiendas no venderían demasiado. A lo sumo un par de anteojos de sol cada tanto tiempo.
El espíritu de Dios flota sobre las aguas y una isla celestial se hará visible primero cual morada de los nuevos hombres, cual cuenca de la vida eterna sobre las olas que refluyen.
Las malas leyes hallarán siempre, y contribuirán a formar, hombres peores que ellas, encargados de ejecutarlas.
La mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha.
La fuerza de las mujeres depende de que la psicología no puede explicarla. Los hombres pueden ser analizados; las mujeres solo pueden ser amadas.
Estupidez humana. Humana sobra, realmente los únicos estúpidos son los hombres.
Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas.
Si todos los años extirparamos un solo vicio, pronto llegaríamos a ser hombres perfectos.
La verdad necesita de dos hombres para ser descubierta: uno para decirla y otro para entenderla.
Agradar cuando se recaudan impuestos y ser sabio cuando se ama son virtudes que no han sido concedidas a los hombres.
Se dirá que el placer de la aventura mental es raro, que pocos pueden apreciarlo y que la educación ordinaria no tiene en cuenta un bien tan aristocrático. Yo no lo creo. El placer de la aventura m...
Todos los hombres tienen una mujer en el pensamiento; los casados, además, tienen otra en casa.
Los hombres no se perturban por las cosas sino por la opinión que tienen de éstas.
Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.
Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.
Los hombres solo pueden tratar entre sí de dos formas: Armas o Lógica. Fuerza o Persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las arma...
La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto.
En términos éticos cabria describirse tal cesión una actitud de fundamental pereza o cobardía. Desde un punto de vista social debe explicarse así: los hombres ceden a determinados individuos el d...
Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones.
Las revoluciones las hacen los hombres de carne y hueso y no los santos y todas acaban por crear una nueva casta privilegiada.
No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. La muerte es un accidente, y aun si los hombres la conocen y la aceptan, es u...
Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.
Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuar...
Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales.
La talla de las estatuas disminuye alejándose de ellas; la de los hombres, aproximándose.
Nos hemos de liberar de la falsa idea de que la fe ya no tiene nada que decir a los hombres de hoy.
Uno de los grandes secretos del trato con los hombres consiste, para los inteligentes, en fingir menos inteligencia de la que tiene, y para los tontos, en fingir más.
Todos los hombres tienen iguales derechos a la libertad, a su prosperidad y a la protección de las leyes.
No puede esperarse que los hombres sean trasladados del despotismo a la libertad en un lecho de plumas.
Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario.