Frases de amor para enamorar cortas ( 141 )
Frases de amor para enamorar cortas. Encuentra docenas de frases de amor para enamorar cortas con fotos para copiar y compartir.
Para que el que cree no es necesaria ninguna explicación: para el que no cree toda explicación sobra.
Las matemáticas son una gimnasia del espíritu y una preparación para la filósofia.
Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.
El periodismo musical consiste en gente que no sabe escribir entrevistando a gente que no sabe hablar para gente que no sabe leer.
No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.
La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos.
Algunas veces, la razón me parece ser la facultad de nuestra alma para no comprender nada de nuestro cuerpo.
Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas.
Vive solo para ti si pudieres, pues solo para ti si mueres, mueres.
Para mejorar nuestro conocimiento debemos aprender menos y contemplar más.
Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado.
La injusticia, allí donde se halle, es una amenaza para la Justicia en su conjunto.
La mejor base para un matrimonio feliz es la mutua incomprensión.
Debemos obrar, no para ir contra el destino, sino para ir delante de él.
La democracia solo parece adecuada para un país muy pequeño.
En aquellos días aprendí dónde hay que interrumpir la discusión para que no se transforme en embuste y dónde ha de empezar la resistencia para salvaguardar la libertad.
Es una enorme desgracia no tener talento para hablar bien, ni la sabiduría necesaria para cerrar la boca.
Para encontrar gusto a la vida, no hay como morirse.
Los funcionarios son los empleados que el ciudadano paga para ser la víctima de su insolente vejación.
Para juzgar cosas grandes y nobles, es necesario poseer un alma igual de grande y noble.
La lectura es para mí algo así como la barandilla en los balcones.
No se porque tengo este sentimiento, si cuando te encontre no buscaba el amor y hoy no dejo de pensar en ti y también sufro...esto es amor...
No he nacido para solo un rincón, mi patria es todo el mundo.
Para hacerse oír, a veces hay que cerrar la boca.
El tiempo siempre está maduro, la pregunta es para qué.
Los bienes son para aquellos que saben disfrutarlos.
La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos.
El amor es una locura
que solo el cura lo cura
y si el cura no lo cura
sigue siendo locura.
Para conocer al hombre basta estudiarse a sí mismo; para conocer a los hombres se precisa vivir en medio de ellos.
El escritor es un hombre sorprendido. El amor es motivo de sorpresa y el humor, un pararrayos vital.
Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.
La cualidad indispensable para un buen cocinero es la puntualidad, pero es también la de los invitados.
Nuestra lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es solo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto, del cual derivamos.
Quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la muerte, para impedir la violencia.
Dios nos ha dado la lengua para que podamos decir cosas amables a nuestros amigos y duras verdades a nuestros enemigos.
Establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros.
Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.
Solo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres.
Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel.
Dios se vale muchas veces de los débiles para abatir a los poderosos.
