Frases de elogio para un hombre ( 47 )
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He sido un hombre afortunado; en la vida nada me ha sido fácil.
El progreso de la medicina nos depara el fin de aquella época liberal en la que el hombre aún podía morirse de lo que quería.
El hombre todo lo perfecciona en torno suyo; lo que no hace es perfeccionarse a sí mismo.
Nada induce al hombre a sospechar mucho como el saber poco.
A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es hallar el hombre a quien serle fiel.
A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.
Nada levanta tanto al hombre por encima de las mezquindades de la vida como admirar, sea lo que sea o a quienquiera que sea.
Hermanos, no temáis al pecado de los hombres; amad al hombre aún en su pecado, pues un tal amor aseméjase a Dios.
Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos.
El hombre sigue siendo la mayor computadora.
Solo el hombre culto es libre.
El hombre debe ser siempre flexible como la caña, no rígido como el cedro.
Lo que distingue al hombre de los otros animales son las preocupaciones financieras.
La vida es un tránsito; el mundo es una sala de espectáculos; el hombre entra en ella, mira y sale.
Hombre fácil a la adulación es hombre indefenso.
Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar.
La fatalidad no pesa sobre el hombre cada vez que hace algo; pero pesa sobre él, a menos que haga algo.
El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones.
El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón.
Lo más profundo del hombre es su piel.
¡Ay del hombre que quiere actuar sinceramente en el amor!
Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder.
Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.
El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo.
Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.
El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida.
No hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no destruya.
Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.
No hay hombre de nación alguna que, habiendo tomado a la naturaleza por guía, no pueda llegar a la verdad.
Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra la puerta a la amistad.
No hay hombre mas desdichado que el que nunca probó la adversidad.
Cada hombre tiene que inventar su camino.
Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos.
Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de familia.
Sabido es que un hombre de ciencia puede valer por diez mil soldados.
Las mayores dificultades del hombre empiezan cuando puede hacer lo que quiere.
El hombre moderno es el eslabón perdido entre los monos y el ser humano.
Es un hecho que el hombre tiene que controlar la ciencia y chequear ocasionalmente el avance de la tecnología.
De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único bueno que puede hacer es intentar mejorarlos.
